COMBATIR LA CARIES CON CHICLE, ENJUAGUE BUCAL Y YOGURES PREBIÓTICOS

Después del invento de un instrumento que predice la posibilidad de caries a través de la saliva, cinco empresas están interesadas en la nueva bacteria anticaries que Sanidad cederá la licencia de la patente por una parte de la venta de los productos que se comercialicen.

CHICLEUn equipo de investigadores valencianos hizo público recientemente el descubrimiento de una nueva bacteria anticaries. La bautizada como «streptococcus dentisani» abre la puerta a la comercialización de un producto final –un chicle, un enjuague bucal o yogures probióticos– que podría combatir la caries desde la estantería de los supermercados. La venta al público podría tardar aún unos cinco años, pero tanto la línea de investigación, como las gestiones para hacerla rentable se producen actualmente a marchas forzadas.

Según el director de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio), Eloy Jiménez, en estos momentos existen ya cinco empresas que han mostrado de manera formal su interés en la comercialización (compañías del sector de la salud bucodental, del alimentario y del área de biotecnología que invierten en capital riesgo). A ellas se suma otra empresa en estudio. «Con todas se han firmado contratos de confidencialidad, así que es imposible dar nombres», pero Jiménez confirma que son reconocidas. Tal es el interés, que está convencido de que antes de que acabe el año se rubricarán los primeros contratos para la venta de licencias.

Porque lo que se pondrá a la venta será la licencia, no la patente. «Se trata de autorizar a un fabricante a utilizar esa patente. Además, este fabricante podrá usarla solo para su producto. Por ejemplo, podríamos vender la licencia a una empresa de salud bucodental para que fabrique una pasta de dientes o un enjuague y además, vendérsela a una compañía alimentaria para que fabrique chicles o gominolas».

La idea de la Generalitat es que las empresas interesadas abonen una cantidad inicial que le permita recuperar la inversión realizada en la investigación (unos tres millones de euros, de los cuales dos son los que costarán los ensayos con humanos) y participar con un porcentaje de los beneficios anuales de la comercialización del producto durante veinte años. «Buscamos vincular los ingresos al éxito de las ventas». Una oferta que podría reportarle a la sanidad pública pingües beneficios.

Además, el mismo Departamento, el Área de Genómica y Salud de Fisabio, dirigida por el doctor Alejandro Mira, está pendiente de patentar un «instrumento predictivo» que, tomando unamuestra de saliva, permita detectar las posibilidades del paciente de desarrollar caries. Este artilugio podría estar a la venta antes de que finalice el año.

El objetivo final de todas estas acciones, tal y como explica el director de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica, es hacer rentables los trabajos que se desarrollan en la Fundación, para, de ese modo, mantener su actividad y eliminar el riesgo de cierre al que se han visto abocados otros centros.

FUENTE: LaRazon.es